Un refugio para la élite: la vida en Sotogrande
A principios de los años 60, Joseph McMicking, un próspero empresario norteamericano que vivía en Filipinas, y su esposa quisieron invertir en la costa mediterránea con la intención de levantar una elegante urbanización de élite.
Descubrieron este hermoso paraje frente a Marruecos, de cara a Gibraltar y con el Mediterráneo como telón de fondo. Y en este lugar idóneo, McMicking concibió una urbanización de lujo. Posteriormente, vendió parcelas individuales a familias acaudaladas y confió la administración de lo que se convirtió en la Urbanización Sotogrande a Carmen Guerrendiain. Con esta filosofía, nació el que está considerado el resort privado más selecto de toda Europa.
El patio de recreo para la créme de la créme de la jet set nacional y extranjera en el que la felicidad es el estado predominante.
En Sotogrande se aúnan el máximo lujo y el glamur con algo que todo perfil de este calibre desea para su vida privada: máxima discreción.
Descubramos cómo es la urbanización que lleva toda una vida sirviendo de refugio a personalidades influyentes de medio mundo.
Un auténtico paraíso para los amantes del golf ya que sotogrande y el deporte siempre han estado de la mano, gracias a sus excelentes instalaciones, contacto con la naturaleza o espacios privilegiados.
La urbanización de Sotogrande concentra 7 de los mejores campos de golf del continente europeo en un radio de solo 10 kilómetros. Esta gran densidad de campos y clubs de golf de 9, 18 y 27 hoyos, cuidadosamente diseñados, convierte a Sotogrande en el lugar ideal para la práctica deportiva del golf en campos de primer nivel.
La Marina de Sotogrande un entorno de lujo
Empecemos por su puerto deportivo, considerado el primer puerto del Mediterráneo. Primero, no por su antigüedad, sino por ser el número uno de verdad: en calidad, –y en bonito y pintoresco–, ninguno supera a Sotogrande.
Lo más recomendable es caminar hasta la Marina. En ella, entre decenas de canales, como si de una pequeña Venecia se tratase, descansan barcos de todas las esloras y categorías, un total de casi 1.400 atraques, junto con viviendas de lujo en Sotogrande, tiendas de diseño, galerías de arte y restaurantes de lo más distinguidos.
En los días claros no hay que hacer ningún esfuerzo: desde el Puerto de Sotogrande se contempla Gibraltar, que parece casi rozarnos, y la silueta de la vecina Marruecos de fondo.
Entre pantalanes –9 en total– los aficionados a la navegación ponen sus barcos a punto antes de salir de excursión o de participar en alguna regata. En los días de sol, más de 300 al año, el panorama es espectacular.
El Real Club Marítimo de Sotogrande es otro de los edificios que se alza entre veleros y yates de lujo. Junto a su escuela de vela organiza innumerables campeonatos y regatas de carácter nacional e internacional. Algo que atrae hasta la zona a aficionados llegados desde todos los rincones del mundo.
Socializar los mejores Beach Clubs de Sotogrande
Llega el turno de la playa, que para algo estamos en la costa. Y en este aspecto, Sotogrande tampoco escatima en lujos: 17 kilómetros de litoral y tres playas con Bandera Azul reclaman, una vez más, la excelencia. Para gozarlas, ¿qué mejor que acercarnos hasta algunos de sus afamados beach clubs?
Así se alcanzan sus dos afamados clubs playeros: el clásico El Octógono y Trocadero Sotogrande.
Trocadero –con locales también en Marbella, Benalmádena o Estepona–, lleva animando las jornadas de los asiduos a la zona desde hace años. Las instalaciones son absolutamente excepcionales: cómodas hamacas junto a sus dos cuidadas piscinas en primerísima línea de playa, espectacular servicio, dos restaurantes en los que se despacha el mejor producto y un espacio de coctelería-bar en cada rincón.
El apartado chill out se reserva para el tardeo al ritmo de los mejores djs. Al caer la noche, la luz de los farolillos gobierna el espacio y Trocadero se transforma: aquí la fiesta dura hasta que el cuerpo aguante.
Una última opción, a tan solo unos cinco minutos de distancia de Sphere, es La Reserva Club un lujoso club de playa entre las colinas de Sotogrande. Se trata de la laguna artificial más grande de España, donde se recrea al detalle todo lo que puede ofrecer un enclave de costa con el máximo lujo. Simplemente espectacular.
El atardecer es sinónimo de polo
Si existe una palabra indisociable al nombre de Sotogrande esa es, sin lugar a dudas, polo. La primera cancha de este deporte se construyó aquí en el 65.
El Santa María Polo Club se ha convertido en uno de los clubes más importantes del mundo y en sus canchas se han celebrado hasta 48 ediciones del Torneo Internacional MANSION de Polo. Un evento anual –de los 25 que hay al año–que es ya toda una tradición de las tardes de verano en la zona.
Y tras el partido de turno, los motivos para socializar continúan. Y lo mejor: no hace falta salir de las instalaciones para hacerlo. En una inmensa carpa se dan cita las firmas más prestigiosas en sus impolutos stands, mientras que el Shopping Village ambienta uno de los jardines traseros. El White Summer es un festival que, junto a las canchas, un sinfín de bares, foodtrucks, conciertos y propuestas que, al amparo de las estrellas, invita a seguir celebrando la vida en un ambiente de lo más acogedor.
Cuando se habla de Sotogrande, efectivamente, no se habla de un lugar cualquiera. Aquí la excelencia adquiere todo su sentido. Absolutamente todo.
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